Para estrenar esta nueva temporada quedamos en Madrid, en la vinoteca Reserva y Cata de la calle Conde de Xiquena 13, Madrid.

Esta vez para catar Champagne, suena bien, ¿no? Pues estuvo mejor 😊

Tuvimos la oportunidad de probar el Champagne Ruinart, La Plus Ancienne Maison de Champagne. Fundada en 1729.

A la habitual y genial compañía de mi madre en estas actividades, en esta ocasión se sumó mi vecina, compañera de entrenamientos, juergas, y amiga desde la universidad Inés. 🙂

Pues bien, para nuestra sorpresa en lugar de 3 Champagne el sommelier que nos acompañaba, Jorge Carrascosa, nos informó de que tendríamos la oportunidad de probar un cuarto… ¿Cuál sería? Os lo cuento más adelante.

Empezamos con Ruinart Terry, botella verde y elegante. Tres variedades: chardonnays, Pinot meunier y Pinot Noir.

Para conseguir este Champagne mezclan vinos de diferentes añadas para equilibrar y homogenizar.

Nos sirvieron las copas y nos indicaron que NO se mueve la copa para que la burbuja no se rompa (aprendizaje de la tarde)

Y llegó la gran pregunta… ¿A qué huele…?…  “cri cri cri”…. A Inés le parecía que olía a Champagne, como no podía ser de otra manera, pero para mi sorpresa… supe reconocer un olor a tostado… que no era más que el olor a las levaduras. Pudimos escuchar también un … “pues mí me huele a croissant, melocotón, piña…” (¡algún día lo conseguiré!)

¡Y nos aconsejaron que se debe beber acompañándolo de platos grasos como el foie, ibéricos, aves, pescado blanco, marisco, ahí lo dejo!

Blanc de Blancs,… ya solo el nombre anuncia que va a ser un éxito asegurado.

100% Chardonnays, de 2 a 3 años de crianza, servido entre 8 y 10 grados de temperatura, tiene unas notas minerales, a piedra mojada de lluvia (es una maravilla). Los más aventajados (como es el caso de mi señora madre) supieron identificar la citronela, el cardamomo, los frutos secos y la vainilla.

Es un champagne suave que puede acompañar un salmón ahumado, aperitivos fríos o pescados suaves. O también te puedes dar un homenaje una tarde de lluvia mirando a través de la ventana y acompañar ese momento de «mantita» y pensamientos varios con lo que definen como una joya que te puedes beber.

 

Llegó el momento rosa, es decir un Ruinart Rosé, 3-4 años de crianza, 45% Chardonnays, 55% P. Noir, y 12% de vino tinto, si has leído bien… 😊 

Se sirve a la misma temperatura que el anterior, y tiene 12 grados de alcohol. Cuando lo acercas a tu nariz descubres notas especiadas, grosella, frambuesas.

Podemos acompañar carnes rojas con este champagne, mojama, hueva o anchoas.

 

 

Y por fin, el vino de esperar de esta cata, que tiene un nombre muy señorial, Dom Ruinart, la joya de la casa Ruinart, de 10 a 12 años, 100% Grand Cru chardonnays, producción limitada, la primera en 1959. Y necesita respirar un poco (por la edad claro está…) y por eso debemos servirlo en una copa más grande.

¡Huele a piña, ciruela, brioche, regaliz, avellanas tostadas… y cerca de mí suena un “qué pasote!” del sommelier, la verdad es que estaba increíble! Jorge nos supo transmitir el amor por su trabajo, y por estos caldos sumamente exquisitos!.

Debemos servirlo con alimentos sutiles como una lubina, con un postre fino, o con nada… simplemente tú y una copa de champagne. ¡A mi me suena muy bien!

Si queréis saber un poco más sobre Dom Ruinart y su conexión con Dom Perignon os dejo este enlace para que le echéis un vistazo  https://closcru.wordpress.com/2016/04/08/dom-perignon-vs-dom-ruinart/

Espero que te haya gustado y te animes a probar uno de estos Champagne, a compartir el post y a escribirme con tus opiniones, consejos y sugerencias para el siguiente post!

¡Hasta pronto!